l derecho penal es la herramienta jurídica más severa y que mayor restricción lleva para cualquier persona, pues es la única que puede implicar una privación de libertad prácticamente completa. Esta severidad ha conllevado que, tradicionalmente, la regulación fuera escueta para cada figura delictiva, pero con muchísimas precisiones que se observaban en la práctica.
Si juntamos esta característica con la vorágine de crear derecho y modificar el Código Penal cada poco tiempo, no sorprenderá que, actualmente, el derecho penal sea una rama sumamente compleja, muy técnica y que, a diferencia de otras ramas jurídicas mucho más complejas en su redacción legal (como el derecho laboral o administrativo), la práctica y el dominio de la jurisprudencia sea un requisito fundamental.
Así, en la práctica encontramos especialidades dentro del derecho penal que tienen sus particularidades y deben tratarse teniéndolas en cuenta: delitos contra la administración pública, corrupción, delitos de violencia de género, contra la salud pública, contra el medio ambiente, patrimoniales, “okupación”, delitos contra los consumidores, contra la Hacienda Pública, etc.